Siguiendo con el recuento de las selecciones del club, que por algún motivo o por otro yo considero que hay que mencionar, se encuentra aquella de enero del 2009 cuando enviamos el vino de China Noble Dragón. Ojo, yo nunca mandaría al club algo que para mí no justifique completamente su presencia como selección, sin embargo, a este vino lo meto a la lista por su diversa complejidad y su procedencia más que por ser un gran favorito personal como lo pueden ser la gran mayoría de los que han sido y seguirán siendo mencionados cuando dedico este espacio a selecciones históricas.
Empezando por China y extendiéndome a alguna otra parte, hoy quiero tocar el tema de esos países o regiones de vino que para nada son nuestra primera opción cuando pensamos en productos vinícolas. No nos debe parecer nada raro que en un país con una extensión de terreno tan grande como China existan demasiados microclimas en donde se puedan desarrollar viñedos que den vinos con una calidad digna de llegar a los mercados internacionales; si además añadimos la fuerza con la que va creciendo la economía de este país, pues tenemos la fórmula perfecta para que vayamos a encontrar referencias de sus vinos cada vez de una manera mas frecuente. A pesar de que dicho dragón estaba conformado en su gran mayoría por Cabernet Sauvignon y Syrah, tenía una pequeña pasada del 2% de Dragons Eye o Longyan procedente de la provincia de Shangdong, y eso sí, definitivamente hacía un gran maridaje con la re- interpretación de la cocina del país asiático que podemos encontrar con nosotros.
Siguiendo con regiones alternativas y como también lo adelanté en la entrada de “Entre riberas te veas”, la vida en alguna ocasión nos llevó a vivir una temporada en la ribera del Bravo, particularmente en la apacible frontera entre Nuevo Laredo y Laredo, Texas, teniendo relativamente cerca dos zonas vitivinícolas. La primera es el valle de Parras, Coahuila que realmente no es nada de novedosa para nosotros, ya que tanto Rivero Gonzalez pero principalmente Casa Madero tienen tanta presencia que en realidad prefiero hablar de algo distinto como lo puede ser el Texas Hill Country, región con más de 50 bodegas que pueden ser visitadas para conocer sus productos. Esta zona en particular se encuentra entre las ciudades de San Antonio y Austin abarcando principalmente Fredericksburg y New Braunfels. A pesar de haber conocido varios varietales afirmo que principalmente la Dry Riesling y la Cabernet Sauvignon causaron buena impresión, aunque obviamente habría que probarlos de nuevo ya que estoy hablando de hace unos buenos años atrás.
Quería seguir hablando de diferentes regiones paralelas y se me vinieron dos a la mente: la zona central de México, como Querétaro, Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato e Hidalgo, y Canadá, pero dentro de poco tiempo me voy a enfocar en este tema cuando hablemos del momento en que nuestro vino Crucigrama fue la selección, y también muy pronto vamos a tener a un colaborador invitado experto en el tema de Canadá. Por el momento no les quito más su tiempo y me despido para poder seguir preparando las entregas futuras.