El tercer perro

Curiosamente y sin haberlo planeado,  la raza canina ha sido un fiel compañero en nuestros andares en el mundo de la venta de bebidas alcohólicas. El día de hoy es imposible hablar de SVW sin mencionar a una de sus principales referencias, Lab, ese perro labrador portugués que se ha convertido en un baluarte en nuestro esquema comercial y ni qué decir de ese proyecto paralelo en el que estamos en sociedad: nuestra querida cerveza Perro Negro.

 

Lab, vino regional de Lisboa perteneciente a Casa Santos Lima.

 

Sin embargo hoy no estoy aquí para hablar de ellos, existe un tercer can, el más viejo de todos, el que llegó primero, el menos conocido pero no por eso menos querido, aquel que nos hace evocar nuestros primeros años en estas danzas. Nuestra marca de puros el Jefe Reynaldo, una de las partes más pequeñas de nuestro negocio, una auténtica sobreviviente, aquella que es nuestro único nexo con algunos de nuestros clientes, que tiene fieles admiradores incluso fuera de México y que con valor enfrenta constantes amenazas de ser sacada de alguna terraza fumadora.

 

En este viaje al pasado que estamos empezando, les confesaré a los que no lo saben que antes de estar en el mundo del vino estuve en el del puro e inevitablemente tendremos que regresar a aquellos años universitarios de los noventa, de los que ya hablamos en alguna ocasión, y hay que volvernos a situar en un México con una actitud exportadora a tope con el recién ingreso al hoy tan debatido TLCAN.

 

El Jefe Reynaldo. La marca de puros de la casa. #SVW

 

En aquellas épocas, además del espíritu de libre comercio que reinaba en el ambiente, había un boom en la moda del consumo del cigarro puro en Estados Unidos, la importancia de la revista Cigar Aficionado y todas las personalidades que colaboraron con ella, mi propio gusto personal desde la prepa y un premio obtenido en el concurso de ITESM al espíritu exportador, nos llevó a participar en diversas actividades en la consejería comercial de Bancomext en La Habana en donde afortunadamente hubo un contacto muy fuerte con el mundo del Habano.

 

Pues con todos esos antecedentes surgió el caldo de cultivo del que, si mal no recuerdo, fue mi primer proyecto, crear la marca de puros Lagarto que debido a la posterior y  ya tan hablada ida a Galicia duró tan poco en el mercado que no creo que nadie se acuerde de ella. Después, con el paso de los meses y años trajimos la ya también comentada importación de  la marca Ducados  de España y La Flor Dominicana, y como distribuciones locales el catálogo completo de las marcas de Habanos (de la que surge la idea para mi siguiente blog) y algunas de las principales marcas de puros de otros países como Padrón, Leon Jiménes, La Aurora o Don Lino, solo por mencionar algunas.

 

Dibujo original de El Jefe Reynaldo, hecho por el reconocido artista Alejandro Colunga.

 

Por diferentes motivos las distribuciones de puros se quedaron en la banca algunos años y debido a seguir en el sector y detectar un potencial mercado de nicho fue que en el año 2009 se volvió al mundo del tabaco. Contamos con la buena suerte de tener un muy buen socio en la producción y que nuestro amigo el pintor Alejandro Colunga nos permitiera usar un dibujo suyo que hace referencia a la raza Lobero Irlandés como imagen de la marca, así fue que creamos El Jefe Reynaldo, ese tercer perro del que empezamos hablando en este blog y al que le hemos encontrado su compañero ideal en Henriques & Henriques, la marca de Madeira que estamos introduciendo al mercado, espectacular maridaje. ¿Alguien quiere?  ¡Están todos invitados!

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