Proyecto Las Mesitas

Por Javier Orozco

Seleccioné este tema para dar inicio oficial a nuestro blog semanal, porque además de ser uno de los proyectos que más me ha apasionado desde un inicio, es un claro ejemplo de lo que constantemente nos dicen nuestros clientes y amigos: SVW siempre ha sido uno de los líderes en cuanto a proyectos y productos dentro del sector en que se encuentra.

A pesar de que en la actualidad el tema del mezcal tanto en sus variedades agaveras, regiones y formas de producción se encuentra en apogeo, en el año 2008 SVW ya había emprendido y lanzado al mercado su proyecto Las Mesitas, colección mezcalera de diferentes regiones del país como Santa Ana del Rio en Oaxaca,  San Sebastián del Oeste o el municipio de San Gabriel en el sur de Jalisco en el corazón de la tierra del escritor Juan Rulfo que por estos días festeja el centenario de su nacimiento.

La idea para este proyecto surgió prácticamente al mismo tiempo que nuestro negocio ya que una de nuestras apuestas de una forma o de otra siempre ha sido el mercado de la Ciudad de México (CDMX) y al estar viajando constantemente a esa ciudad me encontré con una tendencia hacia los mezcales y otros agaves distintos al tequila que en el mercado de Guadalajara era prácticamente inexistente.

Por ese motivo me puse a buscar socios proveedores que pudieran colaborar con nosotros y así,  poco a poco, el proyecto fue tomando forma. Eran años en los que también se estaba trabajando el mercado de Puerto Vallarta de una manera más directa y dimos con el Ingeniero Jorge Dueñas, dueño de la Raicilla el Real en San Sebastián del Oeste, Jalisco, quien se subió a nuestro barco. De hecho, el nombre de la  marca Las Mesitas viene de una pequeña población unos kilómetros antes de llegar y como en esos momentos no teníamos muy claro si el proyecto iba a pasar de ser solamente una marca de Raicilla decidí adoptar el nombre. Las imágenes que acompañan este texto son de cuando fuimos invitados al Festival de la Raicilla de ese mismo año celebrado en San Sebastián del Oeste, La Hierbabuena, Navidad y Las Mesitas.

Gracias a Hugo D’Acosta, con quien desarrollamos nuestra marca de vino Crucigrama y quien también es parte de la destilería Los Danzantes en Oaxaca, llegamos a nuestro segundo socio: el maestro mezcalero Eduardo Hernandez Melchor, quien nos diseñó un 100% espadín en Santa Ana del Río, en el mismo estado y por medio de la mencionada mezcalera.

A partir de ahí estuvimos viajando y contactando posibles socios por las más diversas zonas mezcaleras de nuestro país, visité y estuve negociando con destilerías en zonas tan variadas como Pátzcuaro en Michoacán, Jalpa, Zacatecas, la zona sur del estado de Jalisco, Chilapa, Guerrero, Hermosillo en Sonora o las destilerías del Sotol en Chihuahua.

Este es un proyecto que no ha llegado a su fin y que se encuentra en proceso de adaptación a los mercados actuales y del que más temprano que tarde van a tener noticias.

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